La Inspección Técnica de Edificios nos ayudará a saber si cumple con los mínimos de seguridad, habitabilidad y ornato.
“Todos los inmuebles con más de 45 años deben pasar la ITE cada 10 años.

Consiste en realizar una inspección de todos los elementos constructivos e instalaciones del edificio para detectar posibles lesiones como grietas o humedades, ademas de una Evaluación de las condiciones básicas de accesibilidad del edificio, estableciendo si el edificio es susceptible o no de realizar ajustes razonables para satisfacerlas.

El deber de conservación conlleva el mantenimiento de las adecuadas condiciones de seguridad, salubridad y ornato público de la construcción o edificación en su conjunto para todas aquellas que tengan una antigüedad superior a 25 años, con independencia de su uso o destino.

Como norma general, en la inspección técnica del edificio, hay que revisar la cimentación, la estructura, las fachadas exteriores e interiores, medianerías, cubiertas, azoteas e instalaciones. No obstante será la ordenanza municipal, en su caso, la que determine los aspectos que se deben revisar de los edificios. Adicionalmente, cuando se trate de un IEE habrá que indicar también el grado de cumplimiento de la normativa vigente en materia de accesibilidad, así como sobre el grado de eficiencia energética del edificio.